Los psicólogos de inmigración son profesionales de la salud mental que se especializan en brindar evaluaciones psicológicas y testimonios para casos de inmigración. Un psicólogo de inmigración brinda sus servicios cuando un abogado de inmigración lo sugiere.
Los psicólogos de inmigración sirven como examinadores médicos independientes que brindan evaluaciones objetivas de la salud mental y el bienestar de un individuo para casos de inmigración. En este rol, se le puede pedir al psicólogo de inmigración que evalúe la salud mental de una persona, proporcione un informe sobre sus hallazgos y testifique en la corte de inmigración. Es importante que los psicólogos de inmigración que actúan como expertos mantengan un alto nivel de objetividad y basen sus valoraciones y evaluaciones en principios y pautas psicológicas establecidas.
El psicólogo de inmigración puede evaluar las necesidades emocionales y psicológicas del inmigrante y su familia, mientras que el abogado de inmigración maneja los asuntos legales. El psicólogo de inmigración no es un experto legal y debe trabajar solo dentro de su área de especialización, sin interferir con el proceso legal. Sin embargo, el psicólogo de inmigración debe tener un conocimiento práctico de los procedimientos legales, las normas legales, las reglas de admisibilidad y el testimonio. El psicólogo migratorio debe conocer las normas jurídicas que rigen el caso para comprender las cuestiones psicojurídicas que deben ser respondidas durante la evaluación psicológica. El psicólogo de inmigración debe comprender las reglas de admisibilidad para determinar si las pruebas y los procedimientos utilizados son lo suficientemente válidos y confiables para soportar el escrutinio de la corte y otros expertos. El psicólogo de inmigración debe entender cómo brindar testimonio según lo requiera el caso.
En general, los psicólogos de inmigración se contratan a pedido de un abogado de inmigración. No todos los casos requieren la experiencia de un psicólogo de inmigración. Un psicólogo de inmigración sirve como un médico forense independiente que tiene experiencia en los temas psico-legales que son relevantes para un caso en particular. El psicólogo y el abogado tienen una relación laboral que debe proteger la independencia de opinión y la objetividad de cada profesional.